HISTORIA

A mediados del año 1980 un grupo de hombres visionarios en la transportación de pasajeros deciden unirse y solicitan ser aceptados como socios accionistas en la Compañía Yandum cuyo dueño era el señor Arnulfo Yandum, pues contaba con ciento siete acciones cuyo valor era de mil sucres, ya que estaban convencidos de que a través de esta podían mejorar y ampliar el servicio que hasta ese momento se había prestado.

Es así como adquieren nuevos y modernos buses con los que empiezan a trabajar y cuyo resultado fue la total aceptación por parte de la comunidad como por las mismas autoridades. Los turnos y frecuencias fueron concedidos conforme a lo establecido por la ley, ya que había una necesidad imperante de transporte público.

Sin embargo, se llevan una gran desilusión al recibir la negativa del auto nombrado gerente propietario de esta compañía al no ser aceptados como socios muy a pesar de que estaban dispuesta a pagar un sobreprecio de seiscientos mil sucres por cada acción, pero se logra conseguir la revocatoria de la decisión, pues ya se habría entregado por cada uno de los aspirantes la cantidad de veinte mil sucres, diez mil en efectivo y la diferencia se había entregado dos letras de cambio en blanco.